Hace poco reseñamos en nuestro blog las ventajas de las celdas de carga Powercell para básculas de camión, como elemento clave de la exactitud y fiabilidad de las mediciones. Hoy damos un paso atrás y ofrecemos una visión general de los sistemas de pesaje para vehículos de carga.
“Los sistemas de báscula de camiones, que incluyen plataformas de pesaje, celdas de carga, software y accesorios, deben elegirse cuidadosamente para que se adapten a su negocio y a sus necesidades”, cita nuestro partner Mettler Toledo. Esto incluye no sólo consideraciones económicas, sino también el contexto de instalación y el uso de la báscula.
No es lo mismo instalar una báscula para un flujo de vehículos pequeño, entre 50 y 100 mediciones al día, que hacerlo para más de 200 camiones al día. Tampoco es igual hacer mediciones para cumplir normativas de tránsito, que las que se hacen para llevar control de la materia prima que ingresa o del producto terminado que sale de una planta.
De acuerdo con Mettler-Toledo, nuestro partner experto en pesaje, podemos agrupar en tres los usos de las básculas, de acuerdo a su finalidad y los tipos de resultados que se buscan.
Se refieren a las mediciones que se realizan para comprobar que el vehículo se ajusta a las regulaciones de tránsito locales, con la finalidad de evitar multas, daños a las carreteras o daños a los vehículos por exceso de cargas. La finalidad es optimizar la distribución de cargas dentro de la flota de vehículos.
Son las mediciones que se realizan para llevar un control de material que ingresa o egresa de una ubicación. La finalidad de estas es evitar pérdidas materiales y económicas, llevar un control más preciso de los inventarios, y conciliar las facturas emitidas con un volumen de material comprobado.
Similar a la comprobación, pero añadiendo un elemento de transacción comercial. Suelen estar acompañados de estándares legales. No es diferente a los pesajes que se realizan en mercados para vender artículos como frutas y verduras a consumidores, solo que con volúmenes más grandes que requieren de un alto grado de fiabilidad que satisfaga a todas las partes.
Con base en su estructura y relacionadas con las aplicaciones anteriores, podemos agrupar las básculas en cuatro categorías principales:
Generalmente están conformadas por estructuras metálicas soportadas en dos o cuatro celdas de carga conectadas a una caja sumatoria, que a su vez se conectan al indicador de peso, el cual se opera con un software de pesaje. Estas básculas permiten realizar pesaje de camiones en forma dinámica, a una velocidad de 5 km/h como máximo, con un error del +/- 3%. Son una excelente opción para quienes necesitan cumplir con las exigencias de las autoridades de tráfico local con respecto al tonelaje de los ejes, pues estas básculas permiten tener el peso individual de cada eje y de los conjuntos asociados. Dado su alto porcentaje de error no tienen capacidad de realizar transacciones comerciales.
La báscula tradicional por excelencia. Suelen ser del largo de los camiones más comunes que tenga la planta, generalmente unos 20 metros de largo. Construidas de hormigón o acero, tienen entre 6 y 10 celdas de carga y ofrecen el mejor rendimiento en cuanto a disminución del error, ya que legalmente deben funcionar con un error de +/- 30 kg (0.06 % de error en 45 toneladas) y son ideales para chequeos internos precisos y transacciones comerciales.
Son las más comunes de todas las plantas y sus aplicaciones varían según los requerimientos del operario: desde el control de acceso/salida a la planta, verificando el peso de los camiones que traen materia prima o despachan producto final, hasta el llenado de camiones con producto bajo silos o sectores de carguío a granel.
Estas sólamente se diferencian de la anterior en el hecho de que pueden realizar pesajes dinámicos para capturar el peso de los ejes luego de realizar el pesaje comercial. Esto implica que la báscula debe disponer de un acceso o salida nivelada del largo del camión en algún punto para poder realizar pesaje dinámico.
Esta solución combina las dos primeras opciones, sin embargo, requieren mucho espacio para su instalación. Por ejemplo, en una báscula de 20 metros se requieren 20 metros adicionales de acceso nivelado para poder lograr que una báscula completa haga pesaje dinámico.
Estos modelos de básculas pueden ser estáticos o dinámicos y existe una amplia variedad de modelos, largos y formas de pesaje, sin embargo, el objetivo de estos equipos no es la precisión, sino tener una buena referencia de pesaje con fines logísticos. Por eso, mientras más portátil sea el equipo, más práctico será para sus usuarios.
Hay momento en los que los camiones se encuentran demasiado alejados de la báscula principal, lo que significa que cualquier error en el pesaje por ejes o falta de carga en el camión harán que el camión deba regresar a la zona de carguío, demorando su despacho y generando tráfico interno en la planta, lo que ralentizará el proceso. Estos equipos tiene por objeto ser posicionados rápidamente y generar pesajes referenciales con errores entre el +/- 1% y +/- 5%, dependiendo de las condiciones de la instalación. Si bien no son las mediciones más precisas, son una excelente referencia para que el camión salga cargado y estibado correctamente la primera vez, sin generar tráfico interno.
Otras aplicaciones útiles las encontramos en el mundo agrícola, donde el dinamismo de las plantaciones no permite definir un único lugar para colocar una báscula y, en estricto rigor, se requiere moverla cada cierto tiempo dependiendo de cómo se va moviendo la planta.
En el caso de las básculas por eje y básculas dinámicas, existen casos en que el tráfico constante de camiones genera un cuello de botella importante dentro de la planta, pues las personas no siempre tienen la capacidad de operarlas rápidamente cuando hay tránsitos sobre los 150 camiones diarios (esto implica 300 ciclos de pesaje, los cuales, si consideramos un turno de 8 horas, significa pesar aprox 40 camiones cada hora).
Existen varias alternativas de operación de las básculas de camiones y aquí comentamos algunas de ellas:
La báscula es operada por un romanero que controla el ciclo de pesaje de forma completa, en algunos casos asistido por semáforos que dan a los camiones la indicación de acceso a la báscula. El romanero es el encargado de toda la operación, desde el registro de los vehículos que pasarán por la báscula (empresa, tipo de camión, tipo de producto, conductor, entre otros) hasta ejecutar la operación de captura del pesaje en el software especializado. Una báscula puede funcionar con operación manual cuando los flujos de vehículos son menores a 50 camiones diarios.
La báscula puede tener un romanero, sin embargo, se incluyen una serie de periféricos que permiten automatizar el proceso de pesaje, tales como barreras de entrada, semáforos, sistemas de identificación de camiones y choferes, displays que muestran el peso del camión, los ejes o incluso mensajería. También es posible disponer de tótems de autoatención que impriman los documentos necesarios para el conductor del camión, de tal forma de no depender de un romanero directamente.
En la medida que el flujo de camiones aumenta en una planta se recomienda automatizar la báscula, dado que la inversión de colocar una segunda báscula y, por sobretodo, mantener una estructura de operación para dos básculas puede ser más costoso en el largo plazo que automatizar la que ya está instalada.
Conoce más sobre nuestra oferta visitando nuestra página web o suscríbete a nuestro blog para conocer las novedades sobre nuestros productos, servicios y soluciones.